Águeda Montelongo (o quien le escriba los artículos que manda a la prensa) ha decidido sumarse al coro de lamentaciones en el que anda afanado estos días el Partido Popular de Canarias a cuenta del estallido del escándalo Roldós, el de la adjudicación por la jerola del concurso de la hemodiálisis a la misma empresa a la que el mismito partido procuró un pelotazo de 9 millones de euros en el Canódromo. Dice en su artículo la señora Montelongo, publicado en la edición canaria del ABC, que una periodista de un determinado periódico la llamó y, durante cuatro minutos y veintidós segundos, la trató como un felpudo. Tal fue el grado de “indecencia” y el tono empleado por la periodista, que llegó a transmitirle un mensaje muy chungo de la superioridad: “Le puedes decir que candidato que salga, candidato que nos cargamos”, toma ya. Lo cuenta con pelos y señales en su artículo la presidenta del PP majorero, que sin embargo se abstiene de publicar el nombre de la periodista y el nombre del periódico. Nosotros, de común desinquietos, ya conocemos la identidad de todos los actores de este sainete, pero tenemos que obligar a la señora Montelongo a pronunciarlos, con el compromiso de que, de ser así, lo publicaremos con mucho gusto, que no le tenemos miedo ni a los Rodríguez, ni a los Suárez ni a los García. Estaría bueno. Pero lo de la Montelongo tiene sus pliegues. Veamos.