La orografía de la ciudad de Las Palmas impide montar un tranvía ligero que mejore la calidad del transporte público, ha dicho el alcalde, José Manuel Soria. No se lo vamos a discutir nosotros, que no somos expertos en esta materia, pero es verdad que meter un tranvía ahora supondría ejecutar un puñado de obras que, además de la pasta gansa, no hay político que se atreva a acometer por el coste que representa la incomodidad (que pregunten a Mayoral). Pero Soria sí quiere tren ligero que enlace la ciudad con el Sur de la isla, con paradas (lo especificó) en el aeropuerto y en los enclaves turísticos. Bien. Luego, ¿no decía el Cabildo, por boca del PP, que no puede ser tren ligero, que la UE sólo paga alta velocidad? ¿Sólo pararía en el aeropuerto? ¿Y Telde, Ingenio, Agüimes, Vecindario...? ¿Nos pondremos de acuerdo alguna vez?, más que nada para saber si nos compramos un coche o un casco. De momento, Soria anuncia que el asunto irá en el programa electoral del PP.