No parece que al titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, Rafael Passaro, haya hecho mucha gracia esta denuncia del Niño Bravo y sus compañeros de fatigas en el PP de Santa Brígida. Porque antes de declarar absueltos a los dos denunciados recuerda urbi et orbi que “la acción de poner unos hechos de trascendencia penal en conocimiento de la Guardia Civil no solamente es legítima, sino además, debida”, lo que debería animar al empresario Ruano Torres a dejarse de boberías y acudir a la Justicia. Si es que esa financiación del PP de la que él mismo fue partícipe tiene el olor, el color y el sabor de lo que el bloguero que publicó sus escritos dio en llamar de inmediato “el caso Gürtel satauteño”. De paso sería bueno que Ruano Torres explicara, bien en el mismo blog o bien con unas pancartas, en qué le defraudó el alcalde de Santa Brígida, si le ofreció alguna adjudicación imposible o si los 24.000 euros que dice que invirtió en la campaña se los tenían que haber devuelto con otro tipo de intereses. Que en determinados movimientos empresariales de esos lares los hay que tiran la piedra y ni siquiera se molestan en esconder la mano.