Lamentamos no conocer a estas alturas de qué hablaron (exactamente) este jueves José Manuel Soria y su gran esperanza (frustada) majorera Águeda Montelongo, pero podemos imaginar e imaginamos que la cosa haya ido por los derroteros de ,mira, Aguedita, vamos a enrocarnos un poco, que nos ha ganado el marqués. Los críticos majoreros agrupados en torno a Águeda Montelongo andan, sin embargo, con la mosca detrás de la oreja porque 72 horas después de lo que parecía una catarsis, de considerarse expedientados por el marqués justo después de que disolviera tres de los cuatro comités locales hostiles, interpretan que González Arroyo ha dado marcha atrás para pasar a decir que la cosa no fue así, que están citados todos esos comités a una reunión con el comité insular los días 25, 26 y 27 de marzo para ver cómo anda la cosa esa del PP de la Maxorata. Y todo, por el porrón de denuncias -intocables en periodo precongresual- que duermen el sueño de los justos en el Comité de Derechos y Garantías.