El asunto tiene poca estética, lo que no significa -insistimos- que sea ilegal. Tiene poca estética también que Muñoz supiera desde hace un año que Francisco González, su compañero de partido y de Cabildo entonces, contaba con él para el puesto en el caso de ganar las elecciones. No obstante, cuando tomó posesión, el alcalde moganero abrió un debate interno acerca de la conveniencia de contratar a Muñoz como gerente de Urbanismo o, por el contrario, llamarlo sólo para encargos concretos. Finalmente se inclinó por lo primero y el pasado jueves, en el restaurante El Pote, de Las Palmas, en compañía del jefe de la oficina técnica del Ayuntamiento de Mogán, Marcelino Martín, sellaron el acuerdo. Que sea para bien, decimos con sinceridad, porque Mogán no se merece más anomalías democráticas.