Ocurrido lo que se sabía que iba a ocurrir, ya han salido las voces críticas dentro del PSOE reprochando a los negociadores haber hecho nuevamente el ridículo. Esas voces consideran que no debió producirse más que una reunión en la que los socialistas, como ganadores de las elecciones, debieron plantear abiertamente sus condiciones y escuchar el esperado no de la parte nacionalista. Han preferido sin embargo dar sedal a los cinco negociadores de ATI-CC para que, a la larga, se evidenciara que no tenían el menor interés por pactar. Desde luego las razones esgrimidas así lo demuestran, porque el candidato socialista era el mismo el primer día de negociaciones que el último. Y sigue siendo López Aguilar la bestia parda, quizás por ser “godo canario”, como le llamaron en la campaña electoral. Él seguramente les llamó corruptos, como dicen, y no lo ha retirado tampoco.