La ausencia de ambos mandatarios camerales, decíamos, impidió poderles escuchar nuevamente cantar el himno de este tipo de convenciones. Pero tampoco fue aburrida la velada, que lamentablemente para los congregados, no contó con nadie del PP, partido que anda enfrentado a los líderes comerciales por un quítame allá esa licencia que Luis Soria otorgó a Alcampo sin más bendiciones que las de Alcampo. Sí estaban allí representativos miembros del movimiento plateado de la provincia hermana de Las Palmas, con el cada vez mejor situado Francisco Palero a la cabeza. Le acompañaba, ya en un papel menos fulgurante, Roque Cáceres, al que deseamos mucha suerte en el proceso de elección de La Caja, del que es máximo responsable en su calidad de presidente de la comisión electoral.