Miren que es difícil suscitar unanimidades en la política canaria, y menos en tiempos tan convulsos como los que nos está tocando vivir, con una inclemente crisis económica y con unas elecciones generales a la vuelta de la esquina que tienen más irritados a los presuntos ganadores que a los que en teoría tenían que darlas por perdidas. Pero un hecho singular, una unanimidad poco frecuente, se acaba de dar en Santa Cruz de Tenerife, donde todos los grupos de la oposición municipal se han pronunciado aplaudiendo a Julio Pérez por haber cogido el toro por los cuernos en la gestión de la empresa Emmasa, adjudicataria por 25 años del servicio municipal del ciclo integral del agua. Todos los portavoces municipales menos Cristina Tavío, que se ha tomado su tiempo para meditar y/o consultar qué decir, están encantados con que Valoriza/Sacyr pueda estar mejor controlada por los técnicos y los responsables políticos municipales, de manera que se cumpla con la exigencia mínima de que haya calidad en el servicio y la empresa concesionaria mantenga la imprescindible estabilidad de sus cuentas. Además, Julio Pérez ha frenado las pretensiones de Valoriza de incrementar las tarifas por encima del IPC, como querían los gestores y ex gestores de la compañía. Por cierto, la caída de del Rivero al frente de la empresa matriz, Sacyr, va a suponer algunos cambios que, de seguro, fortalecerán la postura del Ayuntamiento de Santa Cruz.