Se queja la gente del PP hasta límites grotescos de las manifestaciones espontáneas que se celebraron ante sus sedes en algunas ciudades españolas, entre ellas La Laguna y Las Palmas. Y la verdad, dado el tenor literal de lo que dicen algunos de los voceros, más parece que les haya molestado que nadie prendiera fuego a los locales que las manifestaciones mismas. Es que son raros. Sin embargo, no hemos escuchado ni leído crítica alguna a emisoras del régimen, como la Cope bendita, que el domingo, en plena jornada de votación, dedicó el programa del fútbol a leer en antena correos electrónicos de sus oyentes. ¿Que qué decían esos correos? Pues imagínenselo: acusaciones directas a ETA por ser responsable del atentado. Si no fuera por la cadena que es, sería para que bajara Dios y lo viera. Eso, a ojos del PP y del Opus Dei no es coacción, es obra de caridad cristiana. Amén.