El asesor que lleva a Willy García a cometer errores

Pocas personas de la alta dirección de Radiotelevisión Canaria tienen acceso a las grandes decisiones que se toman, particularmente las que se toman en la televisión pública. Guillermo García, Willy García, las aborda en un entorno muy reducido que se limita a la directora financiera, Lourdes Reyes, y poco más. Los contratos tan discutidos por la oposición y por los que no son oposición no se someten ni al consejo de administración ni al comité de dirección, ni cuentan con informes técnicos que los avalen, más allá del respaldo económico que habría de estarle dando la mentada jefa de las finanzas. Pero hay un personaje, desconocido para la mayoría, que asesora a García, un polémico empresario de la comunicación que conoció en su primera etapa al frente del ente canario en muchas de las reuniones de la Forta (Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos). Se llama Antoni Martorell y cobra por sus servicios al ente público RTVC la nada despreciable cantidad de 45.000 euros al año. Se desconoce en qué consiste su asesoramiento, pero repasando la trayectoria de este profesional es fácil concluir que puede ser el responsable de algunas derivas erróneas de Guillermo García. Martorell fue director general de IB3, la televisión pública de Baleares, en los tiempos de las vacas gordas y locas, con un presupuesto anual de 100 millones de euros y el mundo por montera. Su gestión fue muy discutida, entre otras cosas por el elevado gasto que comprometió con La Sexta para la retransmisión de la Fórmula 1, derechos que la cadena de Roures vinculó a los derechos de la liga de fútbol, lo que se convirtió aquello en una apuesta ruinosa para IB3 ni siquiera respaldada por la audiencia. Cuando la oposición –por entonces el PP- le pedía a Martorell que diera explicaciones en el Parlamento, el director general se negaba a ofrecerlas alegando que los contratos eran confidenciales. A que les suena. Pues bien, en Baleares se da por hecho que el disparate de la Fórmula 1 llegó a los 12 millones de euros.

Imputado y violento

Martorell dimitió como director general de IB3 en 2010, coincidiendo con la caída de su mentora, María Antonia Munar, condenada luego a prisión por corrupción. Poco después de esa dimisión empezaron sus problemas con la justicia. En 2012, el ex contable de Unió Mallorquina, Álvaro Llopart, lo incluyó en un amplio lote de personas a las que acusó de haber maquinado concursos, adjudicaciones y contratos al margen de la ley. En el caso de Martorell, el arrepentido le señaló como muñidor de contratos de hasta 3,5 millones de euros destinados a beneficiar al empresario inmobiliario y de la comunicación Jacinto Farrús, que gestionó el negocio de la producción de informativos de la tele pública balear. La fiscalía pide para el asesor de Willy García siete años y seis meses de prisión por eso y por haber permitido que personal contratado bajo cuerda por Ferrús para la campaña de Unió Mallorquina utilizara despachos y medios públicos en dependencias del Consell Balear. Cuando el testigo arrepentido citó el nombre de Martorell en su confesión ante la Justicia, la vida del señalado entró en barrena, según él mismo gritó en plena calle de Palma de Mallorca el pasado mes de abril. “Por tu puta culpa me has arruinado la vida, ¿por qué tenías que hablar de mí a la Justicia?”, le recriminó en una terraza en presencia de muchos testigos. Y acto seguido le plantó tremenda cachetada en tol tronco del oído que condujo a que el agredido se diera contra un cristal del establecimiento. La intervención de varias personas impidió que la agresión se repitiera porque Martorell tenía más ganas de mandanga. El Ministerio Fiscal decidió entonces que había que imputar a Martorell por agredir a un testigo de cargo, es decir, por un delito contra la administración de justicia. Un magnífico asesor.

Editor del digital Mallorca Diario

Las rencillas entre Martorell y el ex contable de Unió Balear, Álbaro Llompart, ya habían empezado cuando arrancó el caso Voltor, en el que ambos están imputados. Tras el chivatazo, el ex director de IB3 descargó toda su ira contra el delator, al que ha tratado de desprestigiar con fotografías e informaciones en el periódico del que es editor, Mallorca Diario, un digital con casi una década de existencia que acaba de empezar a organizar actos de relevancia pública bajo el formato de desayunos políticos y sociales. Al primero de ellos, celebrado en junio pasado en el hotel Iberostar Son Antem, acudió el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, al que acompañó en la mesa el presidente del Govern Balear, José Ramón Bauzá, del PP. Al otro lado se sentó durante la charla el editor del diario, Antoni Martorell. En esa charla, Rivero advirtió por primera vez del “desafecto” que las prospecciones petrolíferas podrían generar en Canarias. Coincidiendo con el décimo aniversario de Mallorca Diario, Antoni Martorell trata de extender su experiencia a otras regiones. En Canarias ya ha puesto en marcha Canarias Diario con el aliento incondicional de su asesorado, Willy García. En su portada puede verse información positiva de la Televisión Canaria. No en vano cobra 45.000 euros a través de su empresa Comunicació365 por asesoría en imagen y comunicación con un concepto bien significativo: “Para mejorar la imagen de TV Canarias”.