Estamos seguros de que esta sangría económica a la que nos somete el Gobierno de Canarias en materia informática podría costar más barata si dejáramos de depender de los propietarios de las aplicaciones informáticas, que a cada nuevo requerimiento piden un pastón y vete a decirles que no. Porque en la aplicación Meta 4, las autoridades ultraperiféricas canarias, conocedoras en profundidad de cómo se gestiona una nómina, llevan gastados de nuestro dinero 1.701.728 euros, cantidad completamente contrastada por publicaciones oficiales, sin contar todas aquellas que se hayan podido escamotear por esos vericuetos del abigarrado mundo de las adjudicaciones públicas isleñas. Pero es que, para colmo de males, ese dineral no está produciendo satisfacción entre los usuarios, y permanentemente tenemos que leer noticias de sindicatos de la función pública que se quejan de la cuantiosa inversión y de la insultante y sospechosa inutilidad del invento. Pero tanto Meta 4 como Sirhus, Sicho, Sefcan, Atlante y Oracle son aplicaciones carísimas que nos tenemos que comer con papas porque nuestro Gobierno no ha fomentado el talento informático canario. Hasta la irrupción de estas herramientas multinacionales, Canarias se regía por programas informáticos propios que se quedaron obsoletos, es cierto, pero que en lugar de encargar a los funcionarios autores su actualización y ampliación, fueron sustituidos por aplicaciones empaquetadas que nos someten a la onerosa, peligrosa y poco operativa tiranía de la dependencia. Por si no lo han entendido todavía del todo, repasen las adjudicaciones informáticas de la era de Soria-Ruano en el Gobierno de Canarias. Y se caerán para atrás.