Larry Álvarez está cada vez más atinado en sus acciones de oposición en el Cabildo de Gran Canaria porque precisamente esa Corporación sí se ha presentado al nuevo concurso eólico, y lo ha hecho a través de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC), ante la imposibilidad de hacerlo a través de Megaturbinas de Arinaga, controlada por los de siempre. El Cabildo está concursando para optar a instalar en el espigón del muelle de Arinaga seis megaturbinas de 2,3 megavatios cada una de ella, de modo que sea la institución la que explote el negocio que los hermanos Soria, con la inestimable ayuda de Arnáiz, pretendieron regalar a los hermanos Esquivel en aquellos tiempos en que José Manuel, el mayor, vivía gratis en aquel estupendo chalet de Santa Brígida propiedad de uno de los empresarios favoritos. Con perdón.