Alguien debería explicar con urgencia cuánto nos lleva costando a los canarios la implantación del nuevo programa informático Atlante II, que como su propio nombre indica, sustituye a Atlante I como herramienta para la Administración de Justicia en Canarias. Será todo un arcano, ya verán, como ese famoso invento de Soria del Sefcan del que perdimos la cuenta cuando superaba los 17 millones de euros y sumía a los funcionarios en la desesperación y la desconfianza. Sí, lo han leído bien, 17 millones. Atlante II, como habrán leído, ha entrado como elefante en cacharrería en la Administración de Justicia provocando un auténtico caos donde ya había bastante desconcierto y, consecuentemente, mayor carga para los operadores judiciales y un retraso a añadir al legendario del que todos hablamos de modo recurrente. Uno de sus males principales ha sido la desaparición de las llamadas plantillas de tramitación, unos moldes utilizados por funcionarios, jueces y secretarios, para la redacción de todas sus diligencias. Pues bien, para subsanar un problema que no existía en Atlante I, la Consejería de Presidencia y Justicia acaba de adjudicar un concursito de 480.000 euracos de nada.