Impresionante, y ahora les explicamos por qué. El Consejo de Administración de la Caja Insular de Ahorros de Canarias decidió la tarde-noche de este viernes aceptar todas y cada una de las explicaciones ofrecidas por la dirección de la entidad en torno a la operación Lifeblood, referida a las negociaciones sostenidas con representantes de esa empresa para conseguir financiar la prestación del servicio de hemodiálisis en el área Norte de Gran Canaria. Ninguna de las informaciones lanzadas por Canarias7 son ciertas, ha concluido el consejo, porque ni se dio cobertura a esa empresa mediante un seguro de tres millones de euros ni se acordó comprar los dializadores para alquilárselos posteriormente. La consultora KPGM, contratada para la ocasión, había desaconsejado tales operaciones por considerar que no eran válidas para materializar Reserva de Inversiones, que era la intención de La Caja al entrar a analizar las propuestas de Lifeblood. Lo único que sí reconoce la entidad es haber gestionado mal la comunicación, es decir, haber tardado tanto tiempo en desmentir unas informaciones que venían avaladas por el amplio equipo de investigación de Canarias7, el medio de comunicación que teóricamente más sabe de las entretelas de La Caja.