El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Clavijo compra su concejal número 14
Si no tienes la mayoría absoluta porque te la negaron las urnas, la compras y ya está. No está en el manual del buen alcalde de ATI (versión tradicional pero aún admitida de la nueva Coalición Canaria), pero ya van tres –que conozcamos- que han aplicado esta práctica. El último, este mismo lunes, el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, que intentó sin éxito que la Junta de Gobierno de su ayuntamiento le aprobara su propuesta de ponerle un sueldo de liberada a la concejala Candelaria Marrero. Se trata, como saben nuestros más avisados lectores, de la concejala irradiada por liviana de Los Verdes de Canarias, luego Equo, que presentó su renuncia como edil de XTF-Por Tenerife al descubrir que se quedaba colgada de la brocha. Con su renuncia pasaba al grupo de no adscritos, lo que no otorga más derecho que el pataleo al no contar con las tres actas necesarias para constituirse en grupo con derechos económicos y demás. Ya lo advertíamos en aquel momento de la irradiación (diciembre de 2013) y los hechos nos han venido a dar la razón: el grupo del que se marchó la concejala no es precisamente el damnificado porque, al fin y al cabo, mantiene su condición de tal por haberse constituido con tres concejales en el momento procesal oportuno. Los verdaderos damnificados, anunciábamos entonces, iban a ser los socialistas laguneros, que celebran un cómodo y holgado acuerdo de gobierno con la Coalición Canaria de Clavijo. Esa concejala sumaría el voto número catorce que le falta al alcalde para tener la mayoría absoluta, lo que en este tramo final del mandato es una tentación demasiado golosa como para despreciarla. Con un sueldo de concejala liberada, Candelaria Marrero cubriría de manera mucho más rentable para CC las necesidades del grupo de gobierno, lo que le permitiría mandar al PSOE a la oposición para que gestione la campaña electoral sin recursos institucionales. Jugada maestra.
Hermoso y Oramas, los precursores
En el primer mandato de Manuel Hermoso como alcalde de Santa Cruz de Tenerife ocurrió algo similar: empezó en 1979 con una escuálida mayoría y terminó en 1983 con una veintena de entusiastas concejales tras desarbolar los grupos municipales del PSOE, de la Unión del Pueblo Canario, del Partido Comunista de España y de la plataforma del desaparecido Félix Álvaro Acuña, previo pago de su importe exacto en prebendas y agasajos. Y lo repitió a final de siglo y principios de este Ana Oramas, convertida en alcaldesa de La Laguna al quedarse el PSOE a un concejal de la mayoría absoluta (13) y sumar sus diez actas a las que le proporcionó el PP. Desde que comenzó el mandato, Oramas intentó captar concejales socialistas, empezando por Elvira Jorge, una psicóloga a la que ofreció empleo en la Comunidad Autónoma, y alcanzó su propósito casi al final abduciendo a Manuel Noda, que se pasó al grupo mixto en una pirueta tan burda como inútil: Santiago Pérez, que sigue teniendo más colmillo que la hoy diputada regional, mandó a dos de los suyos a acompañar a Noda a ese grupo para que, con dos votos contra uno, elegir al portavoz que habría de cobrar el salario que Oramas le tenía prometido al tránsfuga. Las lisonjas no cesaron y la alcaldesa compensó al desafiante concejal con las dietas de los organismos dependientes del Ayuntamiento, previo descabalgamiento de las ediles socialistas que los ocupaban. Uno de aquellos dos concejales que Pérez mandó a neutralizar a Noda es Javier Abreu, actual número uno del PSOE en la ciudad que este lunes le puso la proa a Clavijo en su intento de comprar a la tránsfuga Candelaria Marrero.
Dedicado a Paulino
La más que previsible ruptura del pacto municipal en La Laguna, propiciada por estas escaramuzas de su alcalde, Fernando Clavijo, lo colocan en el campo de batalla en el que se decide el futuro de Coalición Canaria como el más adelantado adversario de Paulino Rivero. Todo lo que contribuya a desestabilizar el pacto regional que el presidente sostiene con el PSOE se debería traducir, según los cálculos que hacen los críticos, en un desgaste del líder nacionalista, al que algunos ya auguran una retirada antes incluso de 2015 (a veces parece que no lo conocen bien). A Clavijo le atribuyen la autoría política y moral de las mociones de censura en Güímar y San Juan de la Rambla, y en la mismísima operación de Tacoronte, desbaratada por resolución judicial. Este lunes quedó al descubierto intentando captar a una tránsfuga en su propio ayuntamiento, tránsfuga a la que increíblemente ya colocó en la junta de portavoces en calidad de “invitada” para que vaya cobrando dietas y empiece a apreciar el calorcito que proporciona el poder. Sólo falta que, tras el rechazo propinadopor su socio Javier Abreu, a Clavijo no se le ocurra otra cosa que llevar a pleno la recolocación de la señora Marrero. Sería un espectáculo verla aportar su imprescindible voto para poder cobrar un salario. Según la ley, eso no es transfuguismo, quizás sea lo siguiente, la perversión democrática de un voto.
Vuelve el espantajo marroquí
Las noticias del petróleo no cesan. El anuncio de Genel Energy de que ha encontrado petróleo frente a las costas de Cabo Juby ha llenado de indisimulado alborozo a las huestes de José Manuel Soria, que han vuelto a agitar su famoso espantajo de “si las plataformas del vecino ves perforar, pon las tuyas a explotar”. Una memez que no es preciso que desmientan las instituciones canarias contrarias a las prospecciones: ya lo hizo el presidente de Repsol, Antonio Brufau, en su atolondrada visita a las colonias ultraperiféricas para, a preguntas de los periodistas e ignorando el mantra soriano, mofarse del que sostenga que la zona de extracción marroquí es la misma que la canaria. El anuncio de la petrolera, socia de Cairn Energy, que ya pinchó al pinchar un poco más al norte, todavía está puesto en remojo por los que de estas cosas saben un rato: tras el anterior fracaso y ante la evidente pérdida de valor bursátil, suelen lanzarse noticias que terminan en nada o en casi nada. Pero para información de desorientados, hay que insistir que nada tiene que ver la plataforma donde dicen haber encontrado crudo (a cien metros de profundidad) con las que pretende sondear Repsol en Canarias, a más de 1.000. Son estructuras geológicas distintas, lo que desbarata a priori la euforia desatada por el subsecretario Enrique Hernández Bento, autor de las más antológicas boberías del día. Ahí va una: “Me gustaría que, igual que el Gobierno de Canarias exige al Gobierno español que se cumplan todas las medidas medioambientales, también, cuando Paulino Rivero vaya a hacer visitas a Marruecos, se preocupe de hablar con el Rey para exigirle también las mismas condiciones de seguridad”. Pero no logra superar lo dicho por su hermana Mari Carmen el viernes, a la radio autonómica: “Es una irresponsabilidad que Paulino Rivero haya hablado de petróleo en la feria de turismo de Berlín”. A ver si nos ponemos de acuerdo, porque ni un presidente autonómico tiene competencias en política exterior ni parecen tan inocuas las prospecciones como nos han tratado de inculcar.
El LIC duerme el sueño de los justos
Soria conoció la noticia del presunto hallazgo de petróleo en aguas vecinas precisamente en suelo africano: acudía a Dakar a inaugurar un foro empresarial canario-senegalés. En la Península, su compañero de gabinete y ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, también se alejaba de los maitines del PP en la calle Génova para no participar en la preparación de un nuevo plato de pulpo a la gallega por parte de Mariano Rajoy. Ya saben que el presidente del PP sigue reticente a nombrar candidato a las Europeas, lo que alimenta más si cabe las conjeturas y dificulta su propia campaña electoral. Cañete, que es compadre de Soria para muchas cosas en Canarias, ha metido en el cajón donde se custodian los sueños de los justos el expediente de declaración del Lugar de Interés Comunitario (LIC) para las aguas canarias porque, como les hemos contado, su demarcación coincide casi al milímetro con la zona de las prospecciones con las que amenaza Repsol y su director comercial, el ya mentado José Manuel. Mientras, se agiliza un expediente similar para el canal de mar que separa a las islas de Mallorca y Menorca, lo que podría servir al PP para prohibir en ese archipiélago las prospecciones de Cairn Energy y acallar así las voces propias y empresariales que se lo reclaman. Se mete en un lío el Gobierno de Rajoy con esta pirueta porque el LIC dichoso no es capricho de las instituciones canarias, sino de la Unión Europea, cuyos estudios ambientales han detectado en las aguas isleñas bienes naturales dignos de protección que hasta ahora se desconocían. Muchos de los científicos que participaron en los estudios del proyecto Indemares, el que da lugar al expediente del LIC, colaboraron en las alegaciones realizadas por Canarias al expediente de impacto ambiental de las prospecciones de Repsol, lo que significa que Cañete tiene en ese cajón del olvido informes coincidentes. Quizás sea por eso por lo que aparca cualquier decisión a la espera de que Repsol encuentre argumentos de mucho peso para rebatir a la Unión Europea y a las instituciones canarias por motivos puramente ambientales. Se va a armar. Ya verán.
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