Pedro de Armas practica con demasiada frecuencia la locuacidad. Habla por los codos, ora en un cafetín, ora en una emisora de radio. Se crece, se apasiona, aconseja y amenaza a los que cree que puede callar. En una ocasión, a principios de 2009, dijo al ya fallecido periodista Agustín Acosta que iba a denunciar a Dimas Martín por la construcción de un muro ilegal en su casa de Los Rostros, en Yaiza, finca que también está siendo investigada por la justicia. Dimas se enteró y mandó el recadito: Dile al Cangrejo que o se calla o le saco lo que me ha contado El Salao de los 130 millones de pesetas en facturas falsas de Inalsa. Y el Cangrejo enmudeció por completo. Ahora es concejal de Urbanismo gracias precisamente a su silencio y al concurso de Dimas Martín. Entre todos han consumado ese grotesco asalto al poder de Arrecife apoyados en tanto corrupto confeso y en tanta indecencia hedionda acumulada a lo largo de tantos años de trapisondas. Propias, mutuas y ajenas.