Dicen en muchos cenáculos políticos que el principal miedo a Juan Fernando López Aguilar en CC y en el PP no es por su jacobinismo, ni porque sea poco dialogante, ni porque se le atribuya el papel de fiscal Elliot Ness. El verdadero terror es al levantamiento progresivo pero imparable de alfombras en todos los centros directivos, tomados desde hace años por un poder que ha llegado a considerarse impune. Algunos de los más despavoridos por la presumible pérdida de poder andan enseñando por ahí encuestas que les hacen ganadores, con lo que tratan simplemente de darse un respiro y que nadie les mueva la silla antes de tiempo. Otros, mucho más conscientes, empiezan a hacer el macuto, y como piensan irse ligeros de equipaje, pues ala, a destruir papeles. Desde hace unos dos meses han llegado al Servicio Canario de Salud tres nuevas trituradoras de papel, algunas asimilables, por la tragadera, a la tuneladora de Ruiz Gallardón.