Las tertulias radiofónicas y televisivas echaban humo este lunes en Lanzarote. Los periodistas recogían el testimonio de muchísimas personas vinculadas directa o indirectamente con el sector turístico. La impresión generalizada es que los mandos locales de Coalición Canaria y los empresarios han apostado claramente por limpiar las inmundicias en casa, sin que el escándalo se conozca en el exterior. El resto de las fuerzas políticas y sociales se manifestaban en una clara división de opiniones. Pero la gente de la calle consultada por numerosas emisoras mostraba su rechazo a la opacidad y, a pesar del riesgo de mala imagen, reclamaba que se depuraran responsabilidades en la plaza pública. El circo no ha hecho más que empezar porque ahora saltará a la actualidad el modo de arreglar la posible demolición de casi una treintena de complejos ilegales.