Segunda tanda de detenidos en la operación Jable, y nuevas revelaciones sobre el tamaño y el alcance de una trama que deja boquiabiertos incluso a los que se temían lo peor. La detención de Paco Rodríguez Batllori, aún siendo anunciada por los mentideros lanzaroteños con días de antelación, no ha dejado a nadie frío. En su carta de esta misma semana a los medios de comunicación él mismo trataba de situar sus especialísimos asesoramientos a Dimas Martín y a Inalsa en el marco de “la deseada idea de la unidad del nacionalismo canario o la conformación de otras posibles mayorías”. No está mal para explicar lo que ha llevado a la Guardia Civil y al juez Romero Pamparacuatro a tantas detenciones. Porque si bajo el paraguas del nacionalismo cabe todo, podemos hasta explicarnos el pase de muertos entre las dos principales fuerzas que, con esa tendencia, campan a sus anchas en Lanzarote, el PIL y CC. El PIL le endosó a CC el muerto de María Isabel Déniz, y como contraprestación, CC ha prestado al partido de los Martín los famosos muertos, unos artefactos de cemento que sirven como soporte para la cartelería electoral. Suso Machín los ha cedido para el congreso del PIL, que se celebrará este fin de semana en Teguise. Los muertos y las banderas tricolores, otra cosa que une una barbaridad a los nacionalistas canarios.