Lucas Bravo de Laguna es toda una promesa del PP canario, no tengan la menor duda. Con casta heredada, con maneras de político moderno, a este joven concejal de Santa Brígida no le falta ni siquiera la habilidad innata en las nuevas camadas peperas de mentir sin sonrojarse. O de contar medias verdades, que viene a ser más o menos lo mismo. Este lunes compareció ante el juez para explicar por qué el Ayuntamiento del que es concejal de Hacienda perdonó el pago de una licencia (620.000 euros de nada) a una UTE encabezada por FCC. La culpa fue del anterior alcalde, Carmelo Vega, expulsado del PP por otras razones, vino a decir don Lucas. Cuando le preguntaron cómo es que siendo concejal de Hacienda no tenía autoridad, contestó que era un florero, que ni siquiera participaba en la elaboración del presupuesto. No sabemos si el juez tragó, pero decirlo, lo dijo.