Se clausura este sábado la undécima edición del Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, a juicio de muchos el mejor de cuantos se han celebrado, lejos de la fanfarria, el glamour y la horterada, más cercano a los gustos y la atención del aficionado. Ha sido un festival con poco presupuesto y mucha austeridad, pero ha tenido su gracia. Y sus momentos cutres, como el protagonizado en la gala de apertura por el nuevo concejal de Turismo, Ricardo González, de Compromiso, que pretendió que el protocolo municipal lo sentara en la fila presidencial y le procurara coche negro del que apearse al pie de la escalerilla de artistas del auditorio. Pueblerinos aparte, este sábado se clausurará el festival con una fila presidencial muy afectada por la celebración del congreso regional del PSOE en Tenerife: presidirá el acto la concejal Inmaculada Medina, y le acompañará el director de Cultura, Rafael Pérez. Esta vez si habrá hueco para Ricardo cristales tintados González, pero no sabemos si continuará amulado y castigará al festival con el látigo de su inasistencia.