Aquella carismática fiesta sirvió a Soria para estrechar sus lazos con la parte más dura del PP, pero también para profundizar en su relación con los Fernández y conocer mejor a José Velasco, el productor que va camino de forrarse en Canarias gracias al nuevo sistema de reparte la pasta entre los amigos que han inventado los socios del Gobierno autónomo. No había terminado ese mes de octubre de la fiesta en Oviedo y Soria ya estaba presentando a su José Velasco a las fuerzas vivas de la comunicación en Canarias. El primer almuerzo fue en El Sebadal, donde se empezaron a fraguar proyectos que acompañan al famoso concurso de informativos de la Televisión Canaria.