Ha sido motivo de editoriales en casi toda la prensa mundial el incidente diplomático vivido en la Cumbre Iberoamericana entre el presidente Hugo Chávez y los jefes de Estado y de Gobierno de España, el Rey y Zapatero, respectivamente. Chávez estuvo en su línea habitual, el Rey perdió la compostura de modo innecesario y Zapatero volvió a dar a sus adversarios políticos una lección de buenos modales que, encima, fue contestada en España de manera miserable por el portavoz del PP, Gabriel Elorriaga. No vamos a insistir aquí en un asunto tan trillado por todos los medios de comunicación del mundo, y dada nuestra presunta especialización en la canariedad, traslademos esos comportamientos a nuestro circo archipielágico, porque hay mucha tela que cortar.