Ya tenemos sobre la mesa la traslación a Canarias de los recortes anunciados el miércoles por Zapatero en el déficit público. Mientras se acusa al presidente español de tocar los gastos sociales por congelar pensiones contributivas y rebajar el presupuesto de la dependencia, el Gobierno canario ha metido un importante tijeretazo de 51,5 millones a Sanidad, Educación, Bienestar Social y Empleo, justo los departamentos considerados siempre como intocables. Nada se sabe, de momento, del porcentaje de rebaja de los salarios de los altos cargos, incluidos los de las empresas públicas, donde hay una verdadera sangría. No sabemos por qué cada vez que hablamos de empresas públicas canarias nos viene Proexca a la cabeza, y cuando hablamos de Proexca, el nombre de Héctor Benítez, cuñado del consejero de Hacienda, que cobra un dineral por vivir en Bruselas, viajar con asiduidad a Canarias y ocuparse de asuntos relacionados con África. Al menos en teoría. A la constitución de una plataforma en su apoyo, han respondido las fuerzas vivas de la intervención económica para facilitarnos, por ejemplo, detalles del gasto telefónico de tan activo empleado.