Ha llamado muchísimo la atención entre la población teldense, especialmente entre la que cree que ya está bien de mezclar fervor religioso con política, la presencia de casi toda la Corporación municipal en los actos más señalados de las fiestas del Cristo. Ver esas caras de recogimiento y fervor cristiano aderezadas con cierta tensión en el cogote, es algo que muchos ciudadanos no piensan olvidar. Pero el jueves 14, día del Cristo, no fue festivo para todos en Telde. En la futura nueva casa de un conocido alto funcionario municipal, muy vinculado al urbanismo y lo que te rondaré morena, se trabajaba ese día a destajo, quizás con el muy comprensible deseo de terminar antes de que se levante el secreto de las actuaciones. Ya están colocadas las tejas de este famoso chalet en La Garita, y nos extraña mucho no apreciar la erección de la habitual bandera que precisamente marca que se ha llegado a la altura que dice la licencia. ¿La licencia? Esperaremos para conocerla en todos sus matices.