Ya les podemos ir adelantando que Ignacio Viciana, el removido secretario general del PSC tinerfeño, se reunió con Leire Pajín semanas antes de que se procediera a la disolución de la Agrupación Insular para intentar encontrar una salida a la crisis que evitara decisiones más traumáticas. En esa reunión, Pajín acordó con Viciana una dimisión con salida digna para el dimisionario, de modo que se creara una gestora de forma no violenta. Viciana dijo que sí a la entonces secretaria de Organización del PSOE, pero cuando regresó a Tenerife se desdijo de sus acuerdos al escuchar a sus padrinos políticos llamarlo de todo menos inteligente. Viciana sabía que había comportamientos de la Ejecutiva Insular que podían ser motivo de expediente y expulsión, pero animado por su núcleo duro, prefirió tirar de la fórmula de la huida hacia adelante. Dicen desde la Federal que sí hay causa para las dos disoluciones y que en ambos casos están comunicadas por escrito a los interesados. Otra cosa es que no hayan valorado tales advertencias como suficientes para dar validez al expediente de disolución y creación de gestoras.