Ha reaccionado de mala manera la directora general de Consumo del Gobierno de Canarias, Sinesia Medina, cuya identidad hemos conocido este mismo martes. No le ha hecho puñetera gracia que el portavoz socialista en el Parlamento, Santiago Pérez, haya sacado a relucir los expedientes sancionadores colocados en el limbo por su departamento en beneficio de un buen número de empresas que se han ido de rositas durante una larga etapa. Doña Sinesia tiene desde este martes dos problemas. El primero tiene que ver con su concepto de los representantes de los ciudadanos, al confundir a Santiago Pérez con “un señor” que pasaba por allí y osó poner en duda la limpieza administrativa de su dirección general. Una dirección general que ha intentado tomar el pelo al Parlamento ocultando a los ojos de sus señorías unos expedientes largamente reclamados para aclarar esos supuestos tratos de favor. ¿O prevaricación? El segundo problema es que lo denunciado por Santiago Pérez tiene todos los visos de ser verdad.