Estaban los reporteros gráficos buscando en Bandama la tradicional fotografía de cada concentración de la UD Las Palmas: paso de los jugadores frente al cartel del hotel y entrega de llaves en la recepción. Y en estas a Juanito le dio un ataque de intimidad o vaya usted a saber de qué. Allí no se entregaban las llaves hasta que la prensa se marchara, vino a decir con unos modales de central de rompe y rasga. A cuatro días de jugarse el todo o nada ante el Rayo Vallecano no parece de recibo que el responsable de la plantilla acuse gestos nerviosos delante de sus pupilos. Menos aún que se confunda de enemigo y arremeta contra los que tantas veces han sido requeridos para apoyar al equipo. Una tilita a tiempo puede que le decida a no ordenar el domingo presión más allá de la línea de fondo, donde seguro estarán los fotógrafos deseando retratar algún gol de los amarillos.