Aunque arranca con el momento culmen del accidente, desde el que parten diversos flashback, el primer capítulo de Vuelo IL 8714 concluye con el primer despegue abortado del avión al detectar los pilotos una avería en la Rat, una especie de sensor térmico que compensa la temperatura exterior e interior del aparato. Todos los informes conocidos hasta la fecha sitúan en esa pequeña avería el inicio de una cadena de errores que condujeron al accidente, y así lo empieza a insinuar la serie. Pero también se aborda, aunque de pasada, la situación económica que atravesaba la compañía aérea, con un ERE en perspectiva, para alumbrar un posible estado de estrés de una parte de la plantilla. Y, cómo no, se detiene en el modo en que se reparó la avería detectada y en cómo se denegó al coordinador de vuelos la habilitación de otro avión que sustituyera al afectado. Al menos hasta el final de esta primera entrega, no se detecta la menor concesión al morbo (no aparece ni un herido ni un muerto en el lugar del accidente); a la especulación sobre las causas del accidente (todo queda abierto al desenlace del próximo miércoles); o a la adjudicación de la responsabilidad técnica o penal a nadie (cierto que queda en el aire el concurso del técnico que reparó la sonda) . Y las dos únicas víctimas que aparecen transmiten la sensación de haberlo hecho voluntariamente.