El Huracán Towers ha dejado en pecata minuta el pecadillo de Eulogio Romero de contactar con la Televisión Canaria para saber si se podía cambiar la hora del partido de este fin de semana. El consejero suspendido en funciones nos ha explicado que el juez le pidió que siguiera trabajando como hasta ahora. Y eso ha hecho. Nunca decidió por su cuenta pedir un cambio de horario. Sólo llamó por su cuenta a Paco Moreno para hacer una consulta ante la coincidencia y después trasladar a la autoridad competente el asunto. La reacción que ha habido ha dejado a Eulogio con poquitas ganas de mover un dedo más, pero en lo que se le pasa el enfado y vuelve con bríos a sus gestiones, al consejero en suspensión (como el polvo) no le vendría mal que alguien del club le aclarara cómo diablos le puede dejar in puris naturalibus el comentarista Carlos Artiles, en alambicada conexión sin hilos con el inspector Towers y el presidente entrante, al afirmar el lunes tajantemente que las gestiones de Romero no surtirían efecto porque el partido se iba a mantener en su horario habitual, justo en el instante en que Romero explicaba las opciones de cambio horario en CANARIAS AHORA RADIO. Es de suponer que después del Huracán Towers, haya sobrecarga en la Red. Y el juez, esquiando. Es que no los puede dejar solos.