Le encanta a Soria jugar con fuego al creer que siempre le darán la razón en todas las trapisondas que haga. Es verdad, el director de este periódico está condenado en primera instancia por haber dicho que en el sablazo de La Favorita había que investigar una cuenta en Suiza, porque de esa investigación quizás se obtuvieran jugosos resultados. Lo dijimos en su día y lo repetimos hoy y las veces que haga falta. Soria se querelló al darse por aludido y considerar que se le acusaba de la comisión de varios delitos, entre otros el de cohecho. Y cuando nos llamó el juez de instrucción le dimos la numeración exacta de la cuenta en Suiza que debía ser investigada, y reiteramos a quién pertenecía: a la empresa Calle Cervantes, S.A., la que dio el pelotazo en La Favorita con el consentimiento de José Manuel Soria, por entonces alcalde de Las Palmas de Gran Canaria. El pelotazo, por si no lo recuerdan, consistió en comprar por alrededor de cinco millones de euros la vieja fábrica de tabacos de La Favorita y luego venderla al Ayuntamiento por doce millones. Durante el año anterior, se ofreció el inmueble a varias empresas canarias por diversas cantidades, todas ellas inferiores a seis millones. Calle Cervantes, S.A. hizo la compra y la venta, y Calle Cervantes tenía abierta en esos momentos su cuenta en Suiza, como quedó acreditado.