El periodo de gobierno municipal del PP tuvo muchos puntos negros en lo que al respeto a las libertades se trata. Algunas cosas van trascendiendo pero otras imaginamos que se las llevarán a la tumba los que vieron cosas verdaderamente abominables. La misma representante de artistas que presenció cómo le tachaban el nombre de Javier Bardem se subió por las paredes cuando vio que el mismo rotulador se dirigía en actitud amenazante al de Federico Luppi. A que les monto un escándalo en la prensa, le vino a decir la doña a los responsables locales del festival. Y Luppi entró con calzador. Como Susan Sarandon, de la que pocos de los mandamases peperos conocían sus veleidades antibelicistas. Ni su matrimonio con Tim Robins, que le acababa de montar un pollo a Gallardón en Madrid por la guerra de Irak. Así vamos escribiendo la historia de esta ciudad tan sufridita.