Mientras Candelaria Benítez trabaja y de qué modo en el Ayuntamiento de Zerolo, en el de El Rosario hemos detectado la fantasmagórica presencia de Florentino Guzmán, polémico secretario general de la Agrupación Socialista de Santa Cruz de Tenerife. Y decimos lo de fantasmagórico por dos motivos contrastados: primero, que no se le ve nunca en su puesto de trabajo y, segundo, su actuación reciente defendiendo la operación de Las Teresitas puede ser cualquier otra cosa, pero como mínimo es una fantasmada. La salida de pata de banco de Guzmán tiene su epicentro en el Ayuntamiento de Santa Cruz, que es donde se orquesta toda la emisión de faxes y hasta las llamadas de teléfono a la prensa avisando de que salían los comunicados socialistas de respaldo a las pasadas actuaciones del grupo municipal. Demasiadas coincidencias como para no añadir la menos decisiva: en El Rosario, concretamente en Radazul, vive Emilio Fresco, el único socialista denunciado por Las Teresitas, al que Florentino Guzmán le está haciendo un flaco favor con estas defensas irreales que sólo benefician a Miguel Zerolo. Ahora ordenen todas las piezas y a lo mejor se explican todo el tinglado y el intercambio de cariños.