En algunos medios se especula con que el sustituto de Rafael Nebot sea precisamente Antonio Garde, al que Saavedra se trajo del Ministerio de Cultura para que pusiera orden en medio de tanto caos en la gestión cultural de la capital grancanaria. Garde no está en ninguna quiniela, seguramente porque ahora mismo no hay quiniela alguna. De él se sabe que, callado la boca, ha ido avanzando hacia una política cultural coherente en ese Ayuntamiento. Y el primer botón de muestra ha sido el Festival de Teatro y Danza de la capital grancanaria, que está cosechando un gran éxito en todos los sentidos. En alguna ocasión, como ocurrió el viernes con Moi Frida. Los sueños de Kahlo, no sólo se agotaron las entradas, sino que hubo incluso reventa. Ha habido cosas verdaderamente grandiosas en ese festival, como el Ballet Nacional de España, o Don Quijote contra el Ángel Azul, que evidencian lo que es saber programar. Otra cosa es que la experiencia del parque de Santa Catalina esté aconsejando buscar una ubicación más adecuada, tipo plaza de Santa Ana o Teatro Pérez Galdós, pero conservando siempre el carácter eminentemente popular de este certamen.