No será difícil sustituir al rector magnífico Manuel Lobo, que cumple mandato este año para dedicarse al también noble oficio de la política. La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria cuenta con un amplio ramillete de catedráticos que cumplen con los sexenios, el valor y los méritos para acceder al puesto. Han sonado algunos nombres, unos con más insistencia que otros, y todos con una trayectoria muy interesante dentro de la institución. Antonio Gómez Gotor, catedrático de Ingeniería Química, ya ha dicho a sus allegados que no insistan, que una vez más dejará pasar ese cáliz. Los que sí están en la pomada son los continuistas Pablo Martel, vicerrector de Relaciones Institucionales; y Olenka Bolívar Toledo, vicerrectora de Profesorado. En la zona templada, es decir, con una especie de continuismo a su manera, se postula el que fuera vicerrector con Francisco Rubio, Jesús Pérez Peña. Y en la parte del cambio sin tapujos están José Regidor, catedrático de Biología Celular; y Santiago Hernández León, que salió derrotado en los comicios anteriores ante Manuel Lobo. De todos, es Regidor el que aparece mejor posicionado y el que mejor se adapta a los vientos de cambio que acompañan a los alisios. Pero nada está cerrado a estas alturas. Tanto es así que no se descarta que Hernández León se sume al equipo de Regidor, lo que daría una fuerza casi definitiva a los que abogan por la ruptura con lo actual.