No nos quedan más fuerzas para seguir relatando para ustedes las patujadas que el alcalde de Mogán soltó en el hotel Iberia. Pero analicemos solamente una, la que hace referencia a la ya socorrida teoría de que el aparato del Estado tiene montada una confabulación contra cargos públicos del PP, a los que investiga, escucha, detiene, maltrata, zarandea, zahiere y somete a público escarnio sin fundamento alguno. Se incluye en ese contubernio a una parte importante de la prensa, sin la cual es imposible el trabajo perverso de policías, fiscales y jueces. Pero les vamos a explicar cómo se valió de cierto aparataje del Estado nuestro Paquirrín para enterarse de lo que no debía.