A todos se nos llena la boca diariamente hablando de lo imprescindible que es invertir en educación y en formación, en lo importante que es formar a buenos profesionales en todos los sectores, especialmente aquel que nutre de manera extraordinaria nuestro PIB, el turismo. Pero son sólo palabras porque cuando de pasar a la acción se trata, perseveramos en los mismos errores de siempre. El Gobierno de Canarias acaba de nombrar nuevo gerente de Hecansa, y en lugar de invertir la tendencia de los últimos años y poner al frente de esa empresa pública dedicada a la formación hotelera (se llama Hoteles Escuelas de Canarias, S.A.) ha vuelto a poner a su frente a un soldado raso, a un profesional sin más capacidad y méritos para ocupar puesto de tan alto rango que el de ser miembro de la ejecutiva local de Coalición Canaria en Arucas. Antonio Hernández, que así se llama este señor, sustituye en el cargo a Jaime del Busto, gerente de campañas electorales del PP, puesto en 2007 por Rita Martín para dar a esa actividad formativa un buen empujón hacia la mediocridad. El nuevo gerente era, hasta su ascenso, ayudante del director de operaciones de Hecansa, a su vez responsable de planes de mejora de restaurantes. Se desconoce su formación, aunque él sostiene que está en posesión del antiguo título de empresas turísticas. Pero el problema no es sólo este.