Costas considera que es imposible celebrar un festival con tantas miles de personas (200.000 se afirmó que acudieron en 2003) en una playa urbana que, además, no es precisamente grande. La presión que tanta gente ejerce sobre ese medio genera graves daños ambientales que imposibilitan poder regenerar el espacio de modo inmediato, hasta el punto de tener que cerrar la playa al baño durante varios días después del festival. Además, se generan problemas de seguridad por tratarse de un espacio constreñido. Por último, Costas considera que se perjudica a los usuarios de la playa porque no pueden utilizarla durante los días del festival y fechas posteriores. Sin que esté en el informe, Costas recuerda que desde jeringuillas y otros artilugios festivos más placenteros son encontrados por los bañistas ante la imposibilidad de ejecutar una limpieza proporcionada al impacto que se le causa a la playa. Nada que ver con Fuertemúsica, también mentada por los Latinos, que sí tuvo autorización por menor presión humana, más corta duración, zona de conciertos y configuración de la playa. No se puede disparar para todos lados porque se cae en el mismo error que se trata de denunciar.