Metidos en faena en la isla de Lanzarote, debemos hacer mención necesariamente a Dimas Martín, que ya ha conseguido que su gente le vuelva a aclamar como el buen pastor que dirige a su pueblo hacia la victoria conejera. Dimas mantiene su pacto con el PSC, y está convencido de que Adán o Soria, Soria o Adán, serán finalmente los que se disputen la presidencia. Y él tendrá la llave, siempre según sus propios cálculos, que han de pasar también por que se cumpla la promesa soriana del indulto. La cosa ha llegado a oídos del ministro, al que se le subió primero un color amarillo tirando a verdoso para luego escupir fuego que daba hasta miedo. Dicen que no se lo han pedido todavía, y que existen serias dudas de que alguien se atreva a pedírselo. Soria ya lo sabe y anda pensando en reunir a su equipo de asesores para encontrar algo que pueda interesar al rey de la cebolla cruda. Y Olarte, a la expectativa. A ver.