Pero el tal Tito no fue el prota de la mañana en los Juzgados de San Bartolomé de Tirajana. Hasta allí se personificó en coche oficial el jefe accidental de la Policía Local de Mogán, Tomás Hernández, el mismo que viste y calza desde marzo de 2006 sin que el Gondolero Mayor le abra el expediente sancionador “más severo”, como instó el fiscal jefe del TSJC, Vicente Garrido. Había en la vista testigos, otros policías que vivieron la noche tensa de la entrega frustrada de armas en la Jefatura de Arguineguín, y la presencia del jefe sin expedientar -manda güevos, Paquirrín, tú, a tu bola- respondía tanto a ver qué decían sus muchachos como a arropar a Tito, al que llevó personalmente a Maspalomas. ¿La gasolina y los abogados los pagan el Ayuntamiento o le pasan a alguien la facturita?