El juicio por la gamberrada, de la que tuvo conocimiento en directo el concejal Reyes (incluso trató de parar la actuación de la Policía Local) se celebró el día 30 de abril, dos después de producirse el subidón de arte del nene. Pues bien, a papichulo no se le ocurrió otra cosa que llevar a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, celebrada el 4 de mayo, y “en relación a los acontecimientos sucedidos el día 28 de abril” -así, sin cortarse- la petición de un informe al jefe de la Policía Local de todas las actuaciones seguidas por el personal a su cargo en la noche de autos. Y además que se incoe expediente administrativo con el objeto de aclarar lo sucedido. Papito dio un plazo de cinco días para recibir el informe del jefe de servicio para que la “Junta tenga conocimiento del tema y actúe en consecuencia”. Lo de en consecuencia, acojona lo suyo si se pone en boca de gente poco respetuosa con el ordenamiento jurídico español, como parecer ser el caso.