Tras la conmoción electoral del 14-M, en TVE-Canarias empezaron los meneos. También aquí nadie pensaba en un cambio político, por lo que no había habido tiempo de posicionarse, reposicionarse, sacar el carné del baúl de los recuerdos, desempolvarlo e invitar a comer a aquel amigo del partido que hacía tanto tiempo que no llamabas. Fuera del ente, en el PSOE, se volvieron como locos con la avalancha del triunfo y la cantidad de gente que había que nombrar. Paco Moreno, director de Televisión Canaria, estaba tranquilo y se quedó quieto: tiene buenas relaciones en todos los partidos y sabía que la opinión mayoritaria dentro del PSC le era propicia. Pero no era esa dirección la que había que renovar, sino la de TVE. Y empezó el baile. Desde La Gomera, Paco Fariña, ahijado de Jerónimo Saavedra, hace sus primeros movimientos. A él se atribuye el nombre de Cristina Alcaine, que es su amiga, y que además tiene muy buenas relaciones con el presidente del PSC. Saavedra asiente y empieza a formarse la primera candidatura.