Llegados al punto culminante, la secretaria municipal leyó las correspondiente normas para proceder a los nombramientos, y cuando se disponía a sacar la bola con la letra por la que debería empezar el sorteo (que se hace de modo automático por procedimientos informáticos), Soria tomó la iniciativa y preguntó en voz alta si hacía falta una mano inocente. Al percatarse de que así era, no se cortó un pelo para elevar todavía más su tono de su voz y llamar con un “Larry ven pa'cá” a su todavía jefe de gabinete y muy pronto mitinero, y luego, si llegan a gobernar en el Cabildo, consejero de la Presidencia y del Régimen (Interior). Los colores se le subieron a Larry hasta más arriba de la coronilla, no sabemos si por la falta de costumbre de estar en el candelero o si por la consideración de “inocente” con la que le adornó su líder.