Lo malo es que el sindicato ha elegido lo primero que hn encontrado, sin meditar seriamente si se trata de un planteamiento serio y con recorrido. Y cuando uno escoge para ponerse lo primero que trinca al abrir el ropero, puede ocurrir que la camisa no pegue con los pantalones o que los calcetines sean de distinto color. Chirriante. El STEC ha decidido exigir a la autoridad educativa canaria que cometa un delito. Es decir, que se declare insumiso ante una ley estatal que decreta de manera inexorable que todos los profesores de España, sean continentales o ultraperiféricos, impartan dos horas lectivas más a la semana. Es una imposición contra la que se revelaron varias autonomías, también la canaria, pero que finalmente se impuso por el indiscutible peso de los votos que respaldan al Gobierno del PP en las Cortes Generales. La medida es de obligado cumplimiento, y seguramente lleva en su interior el indisimulado deseo del PP de atacar a la enseñanza pública desde todos los flancos que están a su alcance, y el de provocar el malestar de los trabajadores es uno de ellos. Sabe el Gobierno de España que muchas autonomías aprovecharán esta medida para encubrir una reducción de plantilla, objetivo que sin duda persigue ese partido para el grueso de la Administración pública española, empresas, entidades, fundaciones y organismos de todo tipo incluidos. Que engorde lo privado a costa del adelgazamiento de lo público. De libro.