Es tan potente el influjo que sobre Arnáiz tienen los dueños del Puerto, que al hombre le cuesta trabajo incluso hacer cumplir los acuerdos de compensación. El que había en el centro comercial Sotavento en favor de la Autoridad Portuaria, que debía tener un local para instalar oficinas suyas o para eventos náuticos, ha desaparecido por completo. La desaparición se produjo en una de esas modificaciones de ampliación que se hicieron con nocturnidad y alevosía para evitar el concurso de competencia. Para tener una respuesta que dar en caso de apuro, ha aparecido la Fundación Puertos de Las Palmas alquilando un local, el más invendible de todos, para pasarlo inmediatamente en régimen de subcontrata a Espiral y crear de este modo la tienda Palmasport. Estupendos que son.