Aprovechando que anda abierto nuevamente el debate sobre la calidad turística, sobre la necesidad de repensar el modelo y de invertir para invertir la tendencia hacia lo cutre, estaría muy bien que se incluyera a las dos capitales canarias, pero especialmente a Las Palmas de Gran Canaria. El deterioro que ha sufrido esta ciudad en los últimos años es colosal y los tímidos intentos por potenciarla turísticamente se han quedado en brindis al sol. Las infraestructuras se caen hechas añicos, la seguridad ha dejado de existir en zonas emblemáticas, y por no tener no tiene ni siquiera un nombre comercial que pueda venderse de modo adecuado en los mercados turísticos. Proponermos, así, para abrir boca, dejarnos de utilizar uno tan grande y abrazar modelos como los de NYC o LA, o más cerquita BCN, para llamarla LPGC, por ejemplo. Queda abierto el debate.