Vaya, por Dios. Ahora va y resulta que también en Francia la Policía detiene a empresarios importantes. Y en Francia no hay ministro de Justicia socialista, ni Policía mangoneada por un Gobierno socialista, ni jueces mangoneados por malvados primeros ministros socialistas. Ni periodistas pagados por el oro de Moscú. La Policía francesa ha detenido al consejero delegado del grupo petrolero francés Total, Christophe de Margerie, en el marco de una investigación sobre una presunta trama de corrupción en Irán y Camerún. De Margerie ha sido interrogado junto a otros dos ejecutivos de la compañía sobre un contrato firmado por Total en 1997 con la sociedad petrolera nacional iraní (NIOC). Ya lo podían haber llamado por teléfono y, en tono amable, pedirle que, cuando buenamente pudiera, se acercara por la comisaría para tomar un cafelito.