Ya conocen el concepto político que tenemos de la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, una mujer de Nueva Canarias que bien podría militar en cualquier partido político donde le dejen cometer los más pintorescos disparates del correspondiente catálogo. Este jueves, coincidiendo con la noticia de que se alzaba el secreto que pasaba sobre el sumario del caso Paraíso, la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana nos sorprendía con una de sus piruetas políticas al anunciar un fichaje estrella para el grupo de gobierno, la del periodista Fidel Araña, uno de los más controvertidos profesionales que han pasado por ese Ayuntamiento. Con el nuevo nombramiento, Torres corrige el despido de Araña que ella misma firmó al principio de este mandato, cuando tuvo que acceder a las pretensiones de sus socios socialistas de que se deshiciera de ese tipo de colaboradores tan conflictivos (sic). Araña, al que aquello sentó muy mal, respondió con unos sentidos artículos periodísticos en los que no dejaba en buen lugar a la alcaldesa y a la primera teniente de alcalde, Conchi Narváez (PSOE). Contrariamente a la tendencia habitual, lo mejor que les dijo fue “bonitas”, atributo que adornó con el gusto de ambas por los modelitos y las compras al tuntún, la bobería y otras lindezas que preferimos ahorrarnos para mejor proveer.