La noticia del día fue este martes, desde luego, la decisión del PP de abandonar el Gobierno de Canarias y romper su pacto con CC. Nada nuevo bajo el sol si repasamos la hemeroteca de cada cuatro años, sólo que con la diferencia de que nadie juleó ahora a los populares, que tomaron voluntariamente las de Villadiego por una vez y sin que sirva de precedentes. El desenlace del culebrón de desencuentros protagonizados los últimos meses por los dos socios del pacto canario se precipitó a partir de este fin de semana a medida que se fueron conociendo los pormenores de los acuerdos entre CC y el PSOE y, paralelamente, crecía el indisimulado cabreo de Mariano Rajoy al ver que se disipaba una vez más la posibilidad de acorralar a Zapatero hasta el mismísimo adelanto electoral en el debate presupuestario de este mismo martes. La tensión de los últimos días entre los socios del pacto se mascaba en cada esquina y quizás tuvo en la reunión de la comisión bilateral Canarias-Estado su máximo exponente.