La Guardia Civil se encuentra en Lanzarote con tantas tramas y subtramas que va abriendo carpetas. Esta de Carlos Sánchez Ojeda y Luis Lleó la bautiza como subtrama Edificio Usos Múltiples, con el socio de Sánchez Ojeda, Rafa Bello, pinchado pasivo hasta el tuétano. En resumidas cuentas, Lleó quiere endilgarle un inmueble suyo en la Marina de Naos al Gobierno de Canarias y, de paso, a la Cámara de Comercio conejera, para el multiusos administrativo habitual. La cosa no cuela primero a través de la Cámara -por lo que está imputado el hijo de Honorio García Bravo-, así que apuntan alto, directo a la sien del cogollo ejecutivo: que Sánchez Ojeda se trabaje al equipito de Soria, que para eso controla Patrimonio. Lleó está tan desesperado que debe hablar por los codos (móviles e inmóviles), hasta el punto de que su hermana, María Jesús, le cuenta el 7 de enero de 2009 que se encontró con José Manuel y le pidió ayuda para lo suyo. El mosqueo que se cogió Luis Lleó con su hermana fue de tararí no echar gota. ¡Tate quieta niña!